jueves, 19 de noviembre de 2009

La metamorfosis de Kafka




La filosofía tan profunda que Franz Kafka da a esta narración se basa, entre otras muchas interpretaciones, en algo que está sucediendo desde un tiempo a esta parte: el egoísmo del ser humano, que en cuanto ve que la persona a la que más estima le tenía se convierte en algo raro (es decir, cambia su forma de ser o de repente empieza a interesarse por algo que antes nunca le había dado curiosidad), inmediatamente se despega de esa persona y deja de hacerle caso, la deja de lado y pasa a sustituirla por otra persona. Eso es algo que sucede a menudo: cuántos amigos se desean lo mejor en la vida y se hacen como de uña y carne, y de repente uno de ellos comete un error que al otro le hace daño y la relación se corta en seco, llegando a ignorarse el uno al otro.



Esa es una de las interpretaciones más obvias que se pueden hacer de la obra, pero hay cientos de interpretaciones diferentes, dependientes cada una del lector, como en todos los casos. También se podría interpretar como la resignación de una persona a que el resto del mundo la vea como una cosa rara, un bicho, que es exactamente la sensación que tiene Gregorio Samsa cuando ve que su familia deja poco a poco de hacerle caso, y sin embargo la vida continúa y tiene que plantar cara a su destino.

Una fantástica obra que debería leer todo el mundo

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