martes, 15 de diciembre de 2009

These small things


Cuando me miras de reojo...Cuando me miras despacio...Cuando me buscas y me encuentras...Cuando suena el móvil y eres tú...Cuando me vacilas...Cuando te ríes conmigo...Cuando me río contigo...Porque tu sonrisa me trae de cabeza.Cuando tienes hambre...Cuando te comes mi tarta o mis yogures de macedonia...Cuando me dan arrebatos y te hacen gracia...Cuando imito tu acento...Cuando duermes...Cuando duermes entre mis brazos...Cuando duermo oliendo tu cuello...Porque en mi cama siempre estás guapo.

Cuando me coges la mano por la calle...Cuando me acaricias inconsciente mientras vemos la tele...Cuando me calientas los pies fríos...Cuando llegas por detrás...Cuando te acoplas a mi cuerpo...Porque mi piel sabe de tu idioma. Cuando me das los buenos días con un beso...Cuando me pongo tu chaqueta...Cuando te descubres un poco más...Cuando me desnudas...Cuando me despeinas...Cuando me enciendes...Cuando me pones caras...Cuando me pones... Porque bebo de tu boca. Cuando me grabas "misteriosamente" música...Cuando me cuentas historias...Cuando estás tan cerca que tu aliento es mi oxígeno...Cuando digo tu nombre...Cuando dices el mío...Cuando sonríes...Porque me nace, porque es espontáneo, porque me gusta. Cuando te ríes con mis amigos...Cuando suena el despertador y me pides media hora más...Cuando me dices que me echas de menos...Cuando me llamas pequeña...Cuando me enfado y no quiero que existas...Cuando vuelves a existir y me encanta que lo hagas...

martes, 24 de noviembre de 2009

La santa audiencia





Vivimos en el paraíso de la palabra inútil y la imagen que no sirve para nada, en un mundo donde la santa audiencia es venerada en todos los altares y donde el sistema ha convertido en cómplices a sus propias víctimas.Hay quienes dicen que estamos mejor que antes, son los que confunden el tener con el ser, y se les olvida que quizá haya mejorado una pequeña minoría entre más de seis mil millones de personas.Ahora se vive en una especie de culto a la imagen como un valor en sí mismo y la televisión hace una utilización totalmente gratuita de esas imágenes, echando a la cara de quien mira la pantalla una tras otra sin otro resultado que el aturdimiento, con la insensibilidad que trasluce que a un programa dedicado a la vida de los que se conoce, erróneamente, como famosos, siga otra bomba en Irak o una epidemia de Sida en Africa, lo que significa que tanta importancia tiene una cosa como la otra . Existe una santa venerada en los altares de todo el mundo, que es la santa audiencia, en cuyo nombre, como se decía de la libertad, se cometen muchos crímenes contra la razón, la sensibilidad y el buen gusto, con el aplauso además de las propias víctimas. El sistema ha convertido a las víctimas en cómplices y eso pasa todos los días. Los ciudadanos deberían exigir que se les respetase, sobre todo a los medios y también al poder político.A esa manipulación de la imagen se suma la de palabra, que es especialmente descarada en el caso de los políticos, aunque, en este caso, ya se sabe o se sospecha que el que tiene la palabra en la boca le está dando el sentido contrario al que posee. Las palabras pueden dejar de servir y el diccionario está lleno de las que ya no se usan, o pueden convertirse en otra cosa, como ocurre con bondadoso que antes era positiva y ahora llamar a alguien así es llamarle tonto. Otras incluso se pudren con el uso o se aparcan, como indignación, un término que reivindicó aunque consciente de que los ciudadanos quizá tengan demasiados problemas prácticos que resolver para sobrevivir diariamente como para recuperar su significado.

jueves, 19 de noviembre de 2009

La metamorfosis de Kafka




La filosofía tan profunda que Franz Kafka da a esta narración se basa, entre otras muchas interpretaciones, en algo que está sucediendo desde un tiempo a esta parte: el egoísmo del ser humano, que en cuanto ve que la persona a la que más estima le tenía se convierte en algo raro (es decir, cambia su forma de ser o de repente empieza a interesarse por algo que antes nunca le había dado curiosidad), inmediatamente se despega de esa persona y deja de hacerle caso, la deja de lado y pasa a sustituirla por otra persona. Eso es algo que sucede a menudo: cuántos amigos se desean lo mejor en la vida y se hacen como de uña y carne, y de repente uno de ellos comete un error que al otro le hace daño y la relación se corta en seco, llegando a ignorarse el uno al otro.



Esa es una de las interpretaciones más obvias que se pueden hacer de la obra, pero hay cientos de interpretaciones diferentes, dependientes cada una del lector, como en todos los casos. También se podría interpretar como la resignación de una persona a que el resto del mundo la vea como una cosa rara, un bicho, que es exactamente la sensación que tiene Gregorio Samsa cuando ve que su familia deja poco a poco de hacerle caso, y sin embargo la vida continúa y tiene que plantar cara a su destino.

Una fantástica obra que debería leer todo el mundo

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Duerme-vela


Me despierto confundida, siento frío de repente, y busco las sábanas en medio de la oscuridad. Me arropo como puedo, me hago una bola y cierro fuerte los ojos. No quiero desvelarme.Debe ser de madrugada, tengo la sensación de haber dormido unas cuantas horas pero quiero dormir más y cruzo los dedos para que el despertador no suene pronto, pero no lo miro. No quiero saber la hora.Y en mi estado tan placentero de duerme-vela, de pronto, unos ruídos... ¿qué suena...? -pienso aún desconcertada-. La puerta de mi habitación se abre y vuelve a cerrase con cuidado y entonces unos pasos... Tus pasos. Y ya me ubico y sonrío sin abrir los ojos, porque siento como intentas hacerte hueco debajo de las sábanas y acoplarte a mi cuerpo.Tus largas piernas se enredan con las mías, tienes frío. Hace frío. Y abro los brazos y te recibo mientras hundes tu nariz en mi cuello como un crío buscando calor... Me gusta. Podría pasar el día enumerándo cosas que me gustan desde que tú estás. Y precisamente me gustan por eso, porque estás.

Digo tu nombre, hablo por fin, consciente ahora de dónde estoy, de que es mi habitación, mi cama, de madrugada y que son tus manos las que me acarician la espalda. Me das una buena noticia. Son las cinco, puedo dormir dos horas más. Vuelvo a sonreír y cierro los ojos. Pero esta vez para besarte...Y así, entre tus besos, me quedo dormida...Pero las dos horas pasan rápido y el despertador dibuja otra realidad. Y tengo que levantarme, separarme de tu calor e irme a trabajar. Antes de irme, abro la puerta despacio y miro cómo duermes..., una sonrisa me nace inevitable.Ya en la calle, el paso es ligero, la sonrisa está cada vez amplia ...

Sobre la tolerancia

Observados los comportamientos y las situaciones, ¿qué es entonces la tolerancia sino una intolerancia todavía capaz de vigilarse a sí misma, temerosa de verse denunciada ante sus propios ojos, siempre bajo la amenaza de un momento en que las circunstancias la obliguen a quitarse una máscara de las buenas intenciones que otras circunstancias le pegaron a la piel como si aparentemente fuera la propia? ¿Cuántas personas hoy intolerantes eran tolerantes todavía ayer?Tolerar (lo enseña el infalible diccionario de Morais) es soportar con indulgencia; soportar. Permitir tácitamente (lo que es censurable, peligroso, merecedor de castigo, etcétera). Permitir por ley (cultos diferentes de los de la religión considerada como del Estado). Admitir. Soportar, asimilar, digerir.Buena prueba de la última acepción sería, por ejemplo, la frase: Mi estómago no tolera la leche, lo que extrapolando, significa que el tolerante podría alegar que su estómago, en realidad, no soporta a negros ni a judíos, ni a nadie de esa raza universal que llamamos emigrantes, pero que, teniendo en cuenta ciertos deberes, ciertas reglas, y a veces ciertas necesidades materiales y prácticas, están dispuestos a permitirlos, a soportarlos con indulgencia, provisionalmente, hasta el día en que la paciencia se agote o las ventajas proporcionadas por la emigración sufran una disminución sensible.La tolerancia y la intolerancia son dos grados de una escala que no tiene otros. Desde el primer grado que es el suyo, la tolerancia lanza, a la planicie donde se encuentra la multitud de tolerados de todas las especies, una mirada que desearía que fuera comprensiva, pero que, muchas veces,busca en equívocas formas de compasión y de remordimiento su débil razón de ser.Desde lo alto del segundo grado, la intolerancia mira con odio la confusión de los extranjeros de raza o de nación que la rodean, y con irónico desprecio a la tolerancia, pues claramente ve que es frágil, asustadiza, indecisa, tan sujeta a la tentación de subir al segundo y fatal grado como incapaz de llevar hasta sus últimas consecuencias su perpleja ansia de justicia, que sería renunciar a lo que ha sido -simple permisión, aparente benevolencia- para convertirse en identificación e igualdad, es decir en respeto. O igualancia, la palabra nueva que falta aunque tenga tan bárbaro sonido...Tolerantes somos, tolerantes seguiremos siendo. Pero sólo hasta el día en que haberlo sido nos parezca tan contrario a la humanidad como hoy nos parece la intolerancia. Cuando llegue ese día, si llega alguna vez, comenzaremos a ser, por fin, humanos entre humanos.

martes, 17 de noviembre de 2009

Preguntar

Los niños son signos de interrogación ambulantes y se cuestionan todo, hasta que un buen día se resignan a no preguntar, cuando se dan cuenta de que nadie les da las respuestas que buscan, y se les dice que tienen que hacer las cosas porque sí. A la humanidad le podría ir mejor si aprendiéramos a ir por la vida de la mano del niño que hemos sido. Es cuestión de retomar la costumbre de preguntar por qué cuando no entendemos las cosas, o manifestarnos en contra de las injusticias, o simplemente procurar ser mejores personas en vez de andar siempre acusando a los demás.

Nuevo Blog

Comienzo con mucha ilusión un nuevo espacio para depositar todos los pensamientos y lecturas que día tras día se pasean por mi cabeza, de alguna forma necesito sacarlos, grabarlos y plasmarlos...liberarme y expandirme, unos recordarlos otros para olvidarlos definitivamente---